Era una Navidad que tenía pinta de ser muy divertida para María y David porque se lo estaban pasando chupi. Un día, cuando se despertaron, su madre les dijo que si se portaban bien iban a adornar el árbol de Navidad esa misma tarde. Cuando iban a comer, estaban muy nerviosos por adornarlo.
Cuando terminaron de comer, fueron con su madre y su padre a decorar el árbol. Su padre dijo que compró otro pequeño, y su madre dijo que ella y David iban a adornar el árbol pequeño porque eran los más jóvenes: David tenía 4 años y su madre tenía 32 años. María y su padre adornaban el árbol grande porque eran los más viejos: María tenía 9 años y su padre 36 años.
Cuando le pusieron todo, María y David terminaron poniéndole en la punta una estrella muy bonita.
- ¡Los árboles han quedado como nunca!
Al día siguiente, los árboles estaban blancos y muy brillantes, y no se sabía por qué estaban tan preciosos. También les rodeaba una luz amarilla y estaban liados por unas lucecitas que cambiaban de color continuamente. Los árboles ¡estaban PRECIOSOS!
Su madre les dijo que iban a hacer el portal de Belén, pero David rompió un Rey Mago y no lo pudieron hacer.
Al día siguiente, la figura estaba arreglada y puesta en el portal de Belén. Había luces de muchos colores muy bonitas.
Cuando iban a comer, llegó su amiga Sofía, a la que conocieron en las vacaciones. Ella no venía sola, también venía su hermano Jack. Sofía era de la misma edad que María y Jack de la edad de David. Comieron, la comida estaba buenísima.
Sofía y su hermano Jack se fueron por la noche a su casa. Cuando María y David se acostaron decían que era muy raro que sus amigos vinieran desde Asturias hasta aquí, Andalucía. Era muy raro.
A la noche siguiente, era el día de Papá Noel. A María le trajo una DS y a David una Play 2. Esa noche se quedaron despiertos y una estrella que pasó por allí arregló el jarrón que a su madre se le había caído.
Cuando sus padres despertaron, les contaron todo lo que habían visto esa noche. Y, colorín azulado, este cuento ha acabado.
- 5º de primaria - Mª Carmen
Cuando terminaron de comer, fueron con su madre y su padre a decorar el árbol. Su padre dijo que compró otro pequeño, y su madre dijo que ella y David iban a adornar el árbol pequeño porque eran los más jóvenes: David tenía 4 años y su madre tenía 32 años. María y su padre adornaban el árbol grande porque eran los más viejos: María tenía 9 años y su padre 36 años.
Cuando le pusieron todo, María y David terminaron poniéndole en la punta una estrella muy bonita.
- ¡Los árboles han quedado como nunca!
Al día siguiente, los árboles estaban blancos y muy brillantes, y no se sabía por qué estaban tan preciosos. También les rodeaba una luz amarilla y estaban liados por unas lucecitas que cambiaban de color continuamente. Los árboles ¡estaban PRECIOSOS!
Su madre les dijo que iban a hacer el portal de Belén, pero David rompió un Rey Mago y no lo pudieron hacer.
Al día siguiente, la figura estaba arreglada y puesta en el portal de Belén. Había luces de muchos colores muy bonitas.
Cuando iban a comer, llegó su amiga Sofía, a la que conocieron en las vacaciones. Ella no venía sola, también venía su hermano Jack. Sofía era de la misma edad que María y Jack de la edad de David. Comieron, la comida estaba buenísima.
Sofía y su hermano Jack se fueron por la noche a su casa. Cuando María y David se acostaron decían que era muy raro que sus amigos vinieran desde Asturias hasta aquí, Andalucía. Era muy raro.
A la noche siguiente, era el día de Papá Noel. A María le trajo una DS y a David una Play 2. Esa noche se quedaron despiertos y una estrella que pasó por allí arregló el jarrón que a su madre se le había caído.
Cuando sus padres despertaron, les contaron todo lo que habían visto esa noche. Y, colorín azulado, este cuento ha acabado.
- 5º de primaria - Mª Carmen
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